Armstrong admite que se dopaba antes del cáncer

Madrid.- "¿Cuándo usaste por primera vez sustancias prohibidas? Probablemente en 1993...". La cita pertenece al interrogatorio de más de siete horas al que fue sometido Lance Armstrong el mes pasado. Una confesión revelada por el diario USA Today y que supone otro giro dramático en la historia del estadounidense. "No estoy muy seguro de lo que hice hace 22 años, pero esto es lo que puedo precisar". El ciclista habría empezado a doparse tres años antes de padecer el cáncer de testículos. 

En 2013 Armstrong aceptó haberse dopado con EPO, transfusiones de sangre y testosterona en los siete Tour de Francia que ganó entre 1999 y 2005. La confesión tuvo lugar en el popular show de Oprah Winfrey. En 2006, Le Monde publicó las acusaciones de Frankie Andreu, ex compañero de Armstrong en el US Postal, y de su mujer, Betsy, en las que aseguraban que el texano había admitido consumir sustancias dopantes justo después de pasar por el quirófano durante su tratamiento contra el cáncer. 

Los cálculos temporales toman una nueva dimensión con esta afirmación. 1993 era el último reducto de gloria del texano. Ese año conquistó su primera etapa del Tour, el Campeonato de Estados Unidos en Ruta y el Campeonato del Mundo en Ruta, el mayor trofeo que todavía conserva. El gobierno federal norteamericano desea revisar ahora los registros médicos del ciclista, con el fin de averiguar si sus médicos sabían en 1996 que usaba drogas para mejorar su desempeño. 

"¿Y qué usaste en 1993?. Synachten", respondió Armstrong en el largo interrogatorio. Se trata de un medicamento que ha formado parte de los productos consumidos en el mundo del ciclismo desde hace 40 años. Inyectado, el Synachten funciona como un estimulante de las glándulas suprarrenales. Se usa para tratar lacolitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn y la artritis reumatoide. Es una proteína que estimula al organismo para que incremente la producción de hormonas corticosteroides más allá de lo necesario.Tiene efectos euforizantes y permite resistir mejor los esfuerzos y calma el dolor. 

La investigación del Gobierno federal continúa abierta. En el punto de mira están las relaciones de Armstrong con sus patrocinadores y su contrato con el US Postal. Las autoridades también buscan sus registros médicos durante su tratamiento de cáncer en 1996 en Indiana. El Servicio Postal de los Estados Unidos (USPS en inglés) dijo que había invertido cerca de 40 millones de dólares para convertirse en el principal patrocinador de los equipos de Armstrong. El gobierno quiere ahora al menos el triple de la cantidad gastada por el USPS, lo que significaría que el ciclista tendría que pagar más de 100 millones de dólares por daños y prejuicios.

A sus 43 años, el estadounidense puede quedarse como un amargo reflejo de lo que algún día fue. Despojado de todas sus victorias en el Tour y suspendido de por vida desde 2012, la confirmación del nuevo testimonio le dejaría tan sólo con un par de victorias en el GP de Atlanta, una etapa en la Vuelta a Galicia de 1992 y otras victorias menores.