Morelia, Mich., Domingo, 22 de Diciembre de 2024
Sección:OpiniónBeltrones al PRI
Por: Rubén Cortés/La Razón de México
Ciudad de México.- Con el fin de la actual Legislatura, el 30 de agosto, quedará libre Manlio Fabio Beltrones, jefe de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, desde donde fue esencial para las reformas. Beltrones representa, de hecho, el proyecto de modernización del Presidente.
Ya libre, Beltrones aparece como la mejor opción para la dirigencia nacional del PRI, que dejará César Camacho, quien será diputado.
Al representar el proyecto modernizador del Presidente, las tablas de Beltrones serán necesarias frente al partido en el gobierno en la segunda parte del sexenio, cuando la política doméstica se tensa, pues la oposición se cierra a las negociaciones ante la cercanía de la sucesión presidencial.
Es ahí cuando puede brillar Beltrones como un canal de comunicación con la clase política priista y la oposición, como el político transexenal que es, lo cual se traduce en activos como institucionalidad, conocimientos y capacidad para trabajar en equipo y ver por encima de intereses inmediatos.
Durante los 12 años de gobiernos panistas, Beltrones trabajó el último de Fox como Presidente de la Cámara de Diputados, y los seis de Calderón como líder en el Senado: en ambos nunca fue parte de las crisis, sino de las soluciones.
Y contribuyó a que el PRI como oposición mantuviera su unidad y no desapareciera, como se presagiaba. Más aún, gracias a aquel PRI, Calderón encontró vigencia como Presidente, cuando no fue reconocido por el PRD, pero los legisladores priistas hicieron quórum para que rindiera protesta.
Incluso Francia lo premió con la Legión de Honor por haber sido el único puente que, en el sexenio pasado, mantuvo las relaciones con México, tras el caso Cassez.
En aquellos dos sexenios, Beltrones se mantuvo en el PRI y contribuyó a su fortalecimiento y regreso al poder, y desde 2012, con el Presidente Enrique Peña, sacó siempre en la Cámara sus propuestas de reformas.
Generalizar resulta grosero, pero hoy, cuando el PRI se queda sin dirigente nacional, no sobran, en sus filas, políticos para dirigir los destinos del partido como lo puede hacer Beltrones, quien viene de una escuela de disciplina y lealtad.
Sin embargo, no es Beltrones un político de obsesiones, sino de trabajo. En fin de cuentas su vigencia procede de sí mismo, nunca de las posiciones que ocupe, sino de su capacidad para conciliar lo irreconciliable siempre que le permita obtener objetivos institucionales. Es disciplinado y conoce las reglas.
Por eso, donde se tenga que tener en cuenta, debería ser escuchado su mensaje de lealtad, ahora que se queda sin posiciones políticas, al reconocer que servirá al Presidente en donde éste considere puede ayudarle en la segunda mitad de su gobierno.
Pero la mejor ayuda sería, sin duda alguna, como conductor del PRI.
ruben.cortes@razon.com.mx
Twitter: @ruben_cortes