Apatzingán desde Apatzingán

Ciudad de México.- El Coordinador de la Mesa de Seguridad y Justicia de Apatzingán, F. Javier Valle Morales, tiene su versión del seis de enero. Algo debe saber por el cargo que ostenta y porque estaba a cuatro calles del centro de la ciudad, donde se presentaron centralmente los hechos.

Morales es crítico de la versión del comisionado y de la de Proceso. Dice que a la primera le falta contar toda la verdad y que se queda corta, en función de la información que tiene y a la que tiene acceso el gobierno. Sobre Proceso asegura que tiene una alta dosis de "amarillismo" y que no entiende bien el por qué presentar un hecho de hace tres meses cerca de las elecciones.

"Da para pensar" nos dice, haciendo referencia a que fue consultado por la reportera hace un mes. Las conversaciones evidenciaron dos formas de ver lo que había pasado. Mucho de lo que conversamos no salió publicado, y aclara, "estoy seguro de que era de primera importancia".

La mayoría de los manifestantes llevaban varios días en las afueras de la presidencia municipal y no eran necesariamente grupos de autodefensas. El 80% de quienes estaban ahí eran de Apatzingán y quizá el 50% de ellos eran de Los Viagras, ya sea que fuera la primera vez que participaban con ellos, o porque ya eran parte de la organización.

Los Viagras, nos dice Morales, "usaron a la gente" y el gobierno debió saberlo. Llevaron niños y mujeres que colocaron en la puerta de Palacio de Gobierno. Los enfrentamientos empezaron desde la carretera y habrán durado al menos media hora. De ahí se desplazaron al centro en donde murieron 15 personas, la mayoría de Apatzingán; "a casi todos los conocía".

Una parte del problema estuvo en que Los Viagras habían perdido poder. Estaban resintiendo golpes que habían recibido a lo que se suma el desmantelamiento de los laboratorios, los cuales les generaban altas ganancias.

La estrategia de protesta era para crear un ambiente adverso y estaba echada a andar un mes atrás, cuando se organizó una manifestación, promovida por Los Viagras, con gente vestida de blanco con niños que llevaban globos también blancos. La idea era manifestarse por la paz en Apatzingán señalando al gobierno como el provocador e instigador del estado de violencia, lo cual tenía dosis de razón.

"Teniendo treinta cámaras en la ciudad no entiendo cómo las imágenes tomadas con celulares parecieran ser las únicas". Resulta ilógico que el gobierno se diga sorprendido por un nuevo video que le llegó el fin de semana.

Muchos elementos más surgieron de la conversación, de la cual iremos dando cuenta. Lo relevante del testimonio es que Javier Morales está al frente de la mesa ciudadana, la cual se ha ido convirtiendo en el eje de Apatzingán; hay que abrir la investigación pero ya, no hay de otra.

 RESQUICIOS.

Así nos lo dijeron ayer.

* Si a mí me hicieron lo que me hicieron, imagínate lo que no le harán a los migrantes en lo oscurito: Alejandro Solalinde.